Ortodoncia: Mejorando Sonrisas y Funcionalidad Dental
La ortodoncia es una rama de la odontología que se enfoca en la corrección de la posición de los dientes y la mandíbula para mejorar la función y la estética dental. En la clínica utilizamos distintas técnicas para alcanzar el éxito:
Brackets convencionales: técnica común y efectiva
Es la técnica más común y consiste en colocar brackets metálicos o cerámicos en los dientes, conectados por alambres de metal que se ajustan regularmente para mover los dientes a su posición deseada.
Brackets autoligables: eficiencia y comodidad
Son similares a los brackets convencionales, pero utilizan un mecanismo especial que permite que los alambres se ajusten automáticamente sin necesidad de ligaduras, reduciendo la fricción y el tiempo de tratamiento.
Alineadores transparentes o Invisalign: opción estética y removible
Son bandejas de plástico transparente y removibles que se colocan sobre los dientes para moverlos gradualmente a su posición deseada. Aunque estéticos y cómodos, no son adecuados para todos los casos de ortodoncia.
Ortodoncia lingual: invisibilidad desde el frente
Se colocan los brackets y los alambres en la parte posterior de los dientes, lo que los hace prácticamente invisibles desde el frente. Es una opción estética, aunque puede ser más incómoda y requerir más tiempo de tratamiento.
Dispositivos de expansión maxilar: corrección de mordida
Los dispositivos de expansión maxilar o disyuntores dentales se utilizan para ensanchar el paladar y corregir problemas de mordida, especialmente en pacientes en crecimiento. Se colocan en la boca y se expanden gradualmente para lograr la corrección deseada.
Retenedores: manteniendo la corrección
Se utilizan después de finalizar un tratamiento de ortodoncia para mantener los dientes en su posición adecuada. Pueden ser fijos o removibles y se usan regularmente para asegurar que los dientes no se desplacen después del tratamiento.
En cuanto a la edad ideal para comenzar un tratamiento ortodóncico, esto varía según el paciente y la condición dental. En general, se recomienda una evaluación ortodóncica a los 7 años, ya que a esta edad se puede detectar la necesidad de corrección temprana de problemas como mordidas cruzadas o dientes torcidos. Sin embargo, la mayoría de los tratamientos de ortodoncia se realizan en adolescentes y adultos jóvenes, cuando la dentición permanente ya ha erupcionado.